Irene de Arnez ayer hizo un paréntesis en su puesto de venta de papa, ubicado en el bloque A del mercado Abasto, para realizar la tradicional ch’alla. Hace 48 años que practica esta tradición andina que la heredó de sus padres.
“Hay que ch’allar con mucha fe y esperanza para que haya buena venta y prosperidad”, acotó la mujer, mientras rociaba cerveza, alcohol y vino a la ‘mesa’ de ritual que ardía sobre un brasero rodeado por quintales de papa.
La tradición andina milenaria señala que el martes de Carnaval es el día fijado para la ofrenda que se realiza a la Pachamama con la finalidad de recibir bendiciones. Esta tradición está cobrando mayor fuerza en la capital cruceña.
Prueba de ello es que en casi todos los puestos de venta de carne de cerdo en el mercado Los Pozos solo se sentía el olor a incienso. Iver Rodríguez junto a su esposa, Ana María Orellana, hacen esta ofrenda todos los años y no solo en su puesto de venta de carne de chancho. Una vez concluye la ch’alla en su negocio, se dirigen a su vivienda y hacen lo propio y lo mismo con su vehículo.
No importa si el puesto es pequeño o grande, si está ubicado sobre la calle, la vereda o dentro del mercado, lo importante es rendir tributo a la Pachamama para pedirle que el año sea muy próspero. Globos, serpentina y mixtura adornaron los locales de los centros de abastecimiento.
Los ingredientes
El alcohol, la cerveza o el vino son entre otros los ingredientes necesarios para bendecir las casas y los negocios.
En el ritual andino también se instalan ‘mesas’ en las que se colocan dulces, lanas, incienso, billetes y hojas de coca que atraen la buena suerte; incluso muchos acompañan las ‘mesas’ con sullos (feto de la vaca). Los cohetillos tampoco pueden faltar, porque el ruido que producen al ser encendidos, ahuyenta los malos espíritus y las envidias, según la tradición. Otros incluso lo hacen acompañados de música. La familia Colque Valverde ch’alló junto a una banda de música.
Con esta costumbre finalizó el Carnaval 2013 en el país.
Los Yatiris fueron requeridos en el mercado La Ramada
A diferencia de otros años, este se observó la presencia de varios yatiris en el el mercado La Ramada ofreciendo sus servicios.
“Bendice a Víctor y Arminda, fuera las maldiciones, la envidia y el odio, atrae el trabajo, la prosperidad y muchas bendiciones para su hogar”, así decía uno de los yatiris que se ubicó en la avenida Isabel La Católica, mientras ‘sahumeaba’ a esta pareja y el humo del incienso los envolvía. En poco tiempo se formó una larga fila de personas que buscaban atraer buenos espíritus y ‘vibras’ para sus vidas. El costo dependía de qué bendición buscaban, si era para el negocio, la casa o el amor. “Hacemos una invocación a los dioses andinos por la salud, la prosperidad y la felicidad”, dijo uno de ellos que se negó a revelar su nombre.
A pocos metros se ubicaron otros dos yatiris, ofreciendo el mismo servicio.
Particularidades
Una costumbre que crece
La costumbre de ch’allar o bendecir los negocios, las casas y motorizados el martes de Carnaval, cobra fuerza debido a una notable influencia del occidente del país, por la migración.
En los mercados se concentra
Los centros de abastecimiento de la ciudad siguen siendo el centro de esta tradición, donde se puede observar desde bandas hasta conjuntos musicales.
Venta loca de braseros
Juana Alavi se apostó en el mercado La Ramada, donde vendió braseros desde Bs 25 hasta Bs 50, los grandes.
Mucha serpentina y confites
Como pan caliente se vendió serpentina, mixtura y confites en los mercados. Los confites desde Bs 2 la bolsa con ocho bolitas, globos a Bs 10 las tres bolsas, mixtura a Bs 2 la bolsa, serpentina a Bs 10 la docena.Toda la mercadería la trajeron de La Paz.
‘Mesas’ para todo gusto
Tenemos mesas para su negocio, para bendecir el hogar y también contra la envidia y el odio, ofrecía Julia Choque.
No dejaron el comercio
Pese a la challa, los comerciantes vendieron sus productos
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