Los niños abrieron la fiesta grande de los cruceños. Con la participación de casi 100 comparsas Kamyla I selló su reinado derrochando alegría y mucha simpatía con el público que acudió a ver el desfile.
Una reinita entregada Con un traje que evocaba un pavo real y la preservación del medio ambiente, confeccionado por la diseñadora Marlene Flambury, la pequeña reinita partió pasada las seis de la tarde, pues le antecedieron grupos de ballets y otras comparsas, esto debido a que la comparsa coronadora y los organizadores pretendían que todo los asistentes aprecien lo impactante de su carro.
Entre tanto, centenares de niños, se mostraron entusiastas, derrochando su alegría por la llegada de la fiesta grande al son de la banda con pitos, espumas y matracas que alborotaban a todos los presentes.
Sin duda que los motivos tradicionales marcaron la jornada aunque se pudo apreciar también la creatividad de muchos padres de familia y comparseros que en muchos casos optaron por diseñar ellos mismos los carros alegóricos para ahorrar recursos.
Un evento para los niños y la solidaridad. Por su parte las autoridades de la Policía y la Municipalidad desplegaron más de 400 efectivos para preservar el orden de la fiesta infantil que se prolongó pasada las 20:30.
A su vez las damas del Rotary Club Santa Cruz, manifestaron su conformidad por el éxito del evento que permitirá donar de recursos económicos al Instituto Oncológico de la capital para que pueda llevarse a cabo la remodelación del centro especializado de lucha contra el cáncer.
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