Los horarios, la merma de los carros y la desmedida proliferación de los ballets, los excesos contra bienes públicos y privados durante los días de mojazón, son los puntos por mejorar en la fiesta grande de Santa Cruz, según el comunicador Social Max Tórrez resaltó la temporada precarnavalera, puesto que fue la más familiar, sana, ordenada que permitió el recibimiento de la comparsa coronadora. Asimismo, cuestionó la “exagerada” participación en cantidad de ballets folklóricos que opacaron a las comparsas. Respecto al corso, según Tórrez, este año hubo un desorden en el paso de las comparsas con casacas que se metieron entre carro y carro “desorganizando la fluidez del corso”, esto provocó que los carros avancen con mucha distancia uno tras otro, además hubo una reducción considerable de los mismos. “Esto debe preocupar a la Asociación de Comparsas”, acotó, del mismo modo destacó el carro de la reina del carnaval, de las comparsas tradicionales que le dieron un realce importante al recorrido y a las comparsas integradas por mujeres, puesto que rescataron elementos fundamentales culturales.
Pendiente. A su juicio el corso se degeneró por el consumo excesivo de alcohol, “algo que es natural en este tipo de acontecimientos”. En los días de carnaval el comunicador señaló que echar agua, pintura, espumas, comer, bailar, estar en garage, es un rasgo muy particular en Bolivia.
Calificación. En una escala de 10 Joaquín Banegas, presidente de la Asociación de Comparsas Carnavaleras, calificó al carnaval con un 9.05, “falta ese 05 que hasta ahora no podemos madurar los cruceños, la gente que carnavalea”, de proteger los inmuebles en el centro de la ciudad, se tiene que realizar una campaña de prevención y concienciación.
Mejoras. Guill Maby Díaz, presentadora de televisión y jurado en el corso cruceño, indicó que a las comparsas les faltó entusiasmo, además que se notó una disminución en la cantidad de agrupaciones femeninas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario