La Fiesta Grande de los cruceños va más allá de la belleza de las reinas, el baile, los disfraces, las carrozas y la pintura, es una apetecible plataforma comercial que inyecta aproximadamente $us 10 millones en la economía.
El presidente de la Asociación Cruceña de Comparsas Carnavaleras (ACCC), Joaquín Banegas, confirmó que este movimiento económico se genera desde el momento en que se nombra a la reina (septiembre) hasta el Carnavalito. “Nos animamos a decir que este evento genera aproximadamente 10 millones de dólares de forma directa e indirecta”, declaró.
En el Carnaval intervienen artesanos, músicos, grupos folklóricos, diseñadores de modas, confeccionistas de vestidos de reina, serigrafistas, almacenes, restaurantes, pastilleros, refresqueros, taxistas, entre otros. El economista Osvaldo Barriga, de la comparsa coronadora Los Fachas, coincidió con Banegas en el balance.
Un miembro de la mencionada agrupación dejó entrever que la fiesta de la coronación del pasado sábado en Sonilum y el vestido de la reina Roxana del Río tuvo un costo por encima de los $us 200.000.
La confección de las casacas es otro rubro importante. La ACCC tiene unas 426 comparsas afiliadas y cada una cuenta con un promedio de 80 integrantes, haciendo un total de 34.080.
Las bandas de música llegan a cobrar hasta $us 2.000 diarios y por los tres días de la mojazón, la tarifa se redondea a $us 5.000. A ello se suma el alquiler del garaje donde se realiza la fiesta, que tiene un costo —en promedio— de $us 1.000.
En cuanto a los carros alegóricos, los precios oscilan entre $us 2.000 y 10.000, en función al diseño, el tamaño y el material que se utilizará para la fiesta. Velasco informó que en su taller se construyen cinco rodados, cuatro de ellos “con reinas” y uno “sin ella”.
“El trabajo es arduo; en esta temporada se cuenta con al menos 100 operarios para cumplir con los contratos suscritos con las comparsas Los Fachas, Picarones, Haraganes-Jipuri, Pitajori y Mamarrachos”, señaló Velasco.
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