Me sorprende el protagonismo que están adquiriendo los ballets y festivales de comidas en la agenda carnavalera de 2014. Aparte de que los grupos de baile ganan cada vez mayor presencia en las precarnavaleras de los sábados, estos han creado sus propias ‘precas’, que son los viernes por la noche.
Aclaración importante: las expresiones culturales son buenas y que tengan su espacio es ideal, pero me parece que los ballets están abarcando demasiado en comparación a las comparsas, que son la esencia del Carnaval cruceño.
También me llamó la atención ver niños, aparentemente menores de 8 años, participando en los ballets de las precarnavaleras de los sábados, si en realidad ellos tienen su propio corso infantil y, a partir de este año, su propia precarnavalera, y no deberían mezclarse con los grandes, porque al final todo queda desordenado.
De igual manera es llamativo el fenómeno de los festivales organizados por las comparsas. Ya perdí la cuenta de cuántos hay, porque se han multiplicado y son variados, desde los más antiguos como la Feijoada Taita, el Festival del Cerdito y el Festival del Churrasco, al margen de estos han aparecido en menos de cinco años nuevos en honor al pescado, al pollito, al pacumuto y muchos otros, incluso el Festival del Fernet.
Por lo general estos festivales son kermeses, que además se han convertido en los escenarios para presentar o coronar a las reinas de sus comparsas, desluciendo así las coronaciones que se hacían en otros años
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