A las nueve de la noche y unos cuantos minutos más, los juegos artificiales anunciaban el paso de la soberana del carnaval cruceño, Roxana del Río. Los espectadores, que llegaron desde tempranas horas, se instalaron en las aceras y no se fueron a pesar de la súbita lluvia, que empezó a "bendecir" la segunda precarnavalera.
Colores y cultura. La elegancia en las vestimentas coloridas y la interminable alegría de todos los presentes fue el común denominador del evento. Los ballets se pusieron el traje y deleitaron con diversos cuadros de baile que rendían homenaje a los Valles cruceños y a la Chiquitania. Por su parte, la soberana, sorprendió con un carruaje réplica del Fuerte de Samaipata y un vestido propio de una reina, diseñado por Sonia Ortiz. Mientras, que las comparsas le pusieron el color y alegría a todo el recorrido.
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