A medida que se acerca la fiesta grande de los cruceños, sus preparativos se intensifican tanto en el centro como en los barrios y zonas periféricas de la ciudad.
Desde ayer varias agrupaciones pertenecientes a la Federación de Comparsas Carnavaleras de las Ciudadelas procedieron a instalar y armar los carretones para lo que será el corso de las ciudadelas que dará por iniciada la fiesta de las populosas urbes.
Más de 3.000 personas para la seguridad en el corso. Mientras tanto, las autoridades municipales y policiales anunciaron que dispondrán de por lo menos 3.000 personas para precautelar el orden y la seguridad en el corso y los tres días de mojazón. De acuerdo con la Oficialía Mayor de Defensa, se prevé la presencia de 1.500 policías, 1.000 guardias municipales, además de la ayuda de 400 efectivos de la guardia carnavalera, 60 funcionarios de la Defensoría de la Niñez para contribuir al ordenamiento del jolgorio carnavalero.
Según José Canudas, titular de la repartición municipal, también está contemplada la instalación de cuatro carros bomberos en todo el trayecto que comprende el desfile de las comparsas, así como también 6 ambulancias y cuatro carros bomberos para la seguridad integral de los comparseros.
Cámaras de seguridad los tres días de carnaval. El Comando Departamental de la Policía dispuso la instalación de cámaras de seguridad en puntos estratégicos para controlar la seguridad ciudadana en los tres días de fiesta.
La comandante departamental, Lily Cortez, informó que las cámaras de seguridad se instalarán en distintos puntos de la ciudad, aunque no quiso especificar el número y el lugar donde colocarán tales equipos. Sin embargo, aseguró que esta implementación tiene por finalidad evitar que personas malentretenidas aprovechen las fiestas de carnavales para cometer delitos. Asimismo, indicó que solicitará ayuda a las empresas de servicio para tal efecto.
El carnaval agita a los cruceños. En la ciudad ya se percibe un notable ambiente en ocasión al carnaval, pues los comercios y las tiendas que venden objetos y prendas relacionados a la fiesta intensifican sus labores e incrementan sus ingresos en el afán de poner a tono a la ciudad con la fiesta popular.
En un recorrido que se hizo por diversos mercados y por diversas imprentas, además de la calle Ballivián, se pudo percibir que los comerciantes trabajan contrarreloj para hacer la entrega de los pedidos carnavaleros. Entre ellos hay mil y una historias que contar. Es el caso de los artesanos que aún conservan algunas tradiciones, como la construcción de matracas de madera, o las colitas de comparsa pintadas a mano.
El carnaval también moviliza a los artesanos
Diseña matracas artesanales hace 15años. El ruido de este tradicional objeto inspiró a que desde sus 15 años, Javier Alpire Landívar diseñe matracas para carnaval y de esta manera incremente sus ingresos económicos y los de su familia.
El joven, que normalmente se gana la vida animando eventos sociales, para estas fechas ya tiene una larga lista de pedidos que debe entregar antes del corso.
Con retazos de madera de cedro, y otros, tiene la delicada labor de diseñar los accesorios en diversos tamaños, los cuales también vende en el gran corso con la ayuda de su madre.
Su trabajo ya es reconocido por los carnavaleros que año a año lo requieren.
No tuvo escuela pero diseña casacas y coloridos trajes. Su interés y creatividad hacen que Sonia Álvarez sobresalga entre las decenas de sastres que trabajan sobre la calle Ballivián.
Esta mujer (42) no necesitó una formación académica o técnica para plasmar su creatividad sobre las telas y esponjas.
Desde hace 10 trabaja en este oficio y además de diseñar disfraces y casacas también confecciona mascotas y personajes de campañas publicitarias de forma artesanal.
Estas fechas son las más productivas para la mujer que requiere la colaboración de otras costureras para abastecer la demanda masiva de los comparseros.
Más de 40 años poniéndole color y chispa a la fiesta. Si se trata de colas y trabajos en pintura, la familia Soverón es una de las pioneras en ponerle el arte y la picardía al carnaval a través de la realización de las colitas carnavaleras, los murales y pergaminos, entre otros objetos.
Carlos y Óscar Soverón, que heredaron la habilidad y el negocio de sus padres, no solo se encargan de elaborar las caricaturas para las comparsas de la capital cruceña ya que su trabajo es también requerido en las provincias.
También diseñan y pintan las casacas de las comparsas tradicionales que requieren sus servicios por su trayectoria
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