Muy a tono con la majestuosidad de la soberana del carnaval, Davinia I, las otras reinas iluminaron como estrellas el gran corso carnavalero, donde se destacaron las imponentes alegorías con temáticas regionales y universales.
Con el encanto de siempre, típico de la belleza cruceña, una a una, las soberanas de las diferentes comparsas y agrupaciones irradiaron su alegría, contagiando al público, que desde su ingreso al recorrido del corso, en la avenida Mutualista, vitoreaba y aplaudía, mientras que ellas respondían con besos y saludos.
Carros de época. Muchas alegorías, como la de los Haraganes Jipurí y los Malcriadazos, coincidieron en utilizar temáticas en homenaje al Tipnis y la lucha de los pueblos indígenas. Según los comparseros, la intención era homenajear a la gente valerosa que marchó a la ciudad de La Paz, por la defensa de la mencionada área forestal.
Otras temáticas. Asimismo, varias comparsas destacaron por presentaciones diferentes, como la agrupación Parranda Carnavalera, que en honor a los orígenes asiáticos de su soberana, Helen Zhong, se lucieron con un carro en forma de dragón y detalles de la cultura china. Por otro lado, los Vagabundos se vistieron de renegados motoqueros e irrumpieron en el corso carnavalero. Finalmente, los Manechis y Thruanes trajeron "Hollywood" a la fiesta grande, con representaciones que rodeaban a su reina.
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