"El corso de antaño era como este, las peladingas se vestían boningas y todo era sencillo. Ahora es diferente, pero la alegría del camba sigue siendo la misma", contó el abuelo, quien no ocultó su emoción, pues sus ojos se enrojecieron cuando relataba cómo se festeja antes el carnaval. Don Dima trae su yunta desde Porongo y al son de la tamborita dio algunos pasitos demostrando su alegría.
El atraso valió la pena. Con sus tradicionales poemas costumbristas, Herland Burgos, conocido como "el camba Calucha" fue el primero en abrir el paso de este corso, que comenzó a las 18.00, tres horas después de lo previsto. Sin embargo, el brillo, alegría y entusiasmo de los carnavaleros convirtieron el tramo del cuarto anillo, entre las avenidas Cumavi y Tres Pasos al Frente, en un paseo tradicional donde Carolina Fernández, reina de este corso, se dio al público, que le respondió con aplausos y piropos. Aunque no faltaron algunos desubicados que lanzaron globos con agua y espuma a la soberana.
Tamboritas y trajes típicos. Ni bien vio la cámara, don Modesto Tamo demostró su talento para tocar la flauta. Este sencillo hombre es representante de la tamborita "La Típica San Juan de Porongo", que tocó para los "Platanazos". "Este corso es tradicional y todo aquí es típico", resaltó don Modesto. Ni qué decir de los trajes y adornos de los carros. Las reinas lucieron vestidos de yute, con hojas y plumas, con diseños alusivos a la tierra oriental.
María Toledo no ocultó su alegría de ver el paso de los carros y las reinitas. "Esto es hermoso y por lo visto cada año lo hacen mejor, las comparsas se esmeran", destacó una de las "miracorso".
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