El tiempo no pasa para la exmiss Bolivia y reina del carnaval 1999, Helga Bauer Salas. Es la primera impresión que se tiene cuando se la ve. Siempre tan amable y predispuesta, a sus 36 años se dedica a la construcción, bienes raíces y es propietaria de la cadena internacional de comida mexicana CBC. Madre de Marcelo y Denalito, y casada con Denald Chávez, se define como una mujer temerosa de Dios y honesta. A 14 años de su gran paso como reina de la fiesta grande de los cruceños, Bauer accede a hablar de su vida y la "fiesta grande de los cruceños".
¿Qué cambiaría de su vida?
H.B.: Nada. por que viví mis etapas buenas y malas y de cada una aprendí mucho y se que lo vivido fue un propósito de Dios.
¿En este último tiempo cuáles fueron sus logros más importante?
H.B.: El logro más importante fue tener una familia estable bajo los principios de Dios y muchos otros logros vinieron por añadidura.
¿Cuál es su mayor debilidad?
H.B.: Creo que mi debilidad es preocuparme en exceso por los demás. No puedo quedar indiferente cuando veo sufrir a las personas de mi familia o entorno. Por otro lado, hablo muy fuerte, soy de carácter fuerte y puedo quedar de mala para quien no me conoce.
¿Extraña los flashes?
H.B.: No los extraño. Esa etapa ya pasó, tuvo su importancia en su momento.
De su reinado, ¿Qué fue lo más bonito que le pasó y lo que hubiera evitado?
H.B.: Lo más lindo de mi reinado fue hacer un carnaval participativo integrando a las provincias y departamentos. Viajé mucho con los Chirapas, recibí el cariño de la gente y confraternicé con los coronadores y las esposas. Algo que me encantó fue ver a mi padre y madre por primera vez participar del carnaval. No perdieron un instante de estar a mi lado, el apoyo de ellos, mis hermanos y familia fue muy importante. Lo que quisiera haber evitado, fue no llegar a las actividades por la agenda copada, no llegamos a algunas fiestas que nos esperaban.
¿Qué diferencias ve entre el actual carnaval y el de antes?
H.B.: Diferencias hay bastantes desde la inseguridad como resultado menos participativo. Nuestras tradiciones se están perdiendo. El carnaval de antes era el encuentro de amigos en las calles del centro y la Plaza 24 de Septiembre con la banda y música alegre como nuestros taquiraris y mojazón. Ahora solo hay garajes con amplificador y además las chicas tienen que pagar para saltar, me parece increíble.
¿Qué piensa de que ahora las comparsas no puedan entrar a la plaza?
H.B.: Es una pena, porque la plaza era el lugar de encuentro del carnaval, pero creo que es una buena medida ya que la fiesta esta desvirtuada y la falta de conciencia y educación de la gente obliga a tomar estas medida.
Para usted, ¿Qué es lo más importante del carnaval y qué le cambiaría para mejorarlo?
H.B.: Para mí el carnaval es una fiesta tradicional del pueblo donde se juntan grupos de amigos con alegría, para la mojazón, escuchando y bailando nuestros taquiraris sin excesos y violencia. Cambiaría muchas cosas, como los musicones, mejoraría las campañas de conciencia que contrarresten el exceso de consumo de bebidas alcohólicas.
¿Usted todavía salta en alguna comparsa?
H.B.: No salto, aunque mi esposo es "fandango". Extraño el carnaval de antes sin excesos, seguro , sano y participativo.
¿Extraña carnavalear?
H.B.: Sí que lo extraño.
'Extraño el carnaval de antes, donde se festejaba sin exceso y era seguro , sano y participativo'.
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