Con la festividad de la Virgen de la Candelaria y la tradicional danza chiquitana de las banderitas del cabildo indígena, comenzó el Carnaval ignaciano. Esta vieja tradición se mantiene desde 1748 cuando llegaron los jesuitas. Ayer hubo misa por los 267 años de creación del cabildo indígena de San Ignacio que nació el 2 de febrero de 1748, paralelamente a la fundación de la misión de San Ignacio de Loyola. El oficio religioso fue en la catedral y estuvo bastante concurrida por los devotos que luego participaron de la procesión con la imagen de la virgen.
En la misa, los caciques pronunciaron el tradicional sermón en idioma chiquitano, que es una oración al creador por la vida y para que los libere de los pecados cometidos. Como es la antigua tradición, los compadres y comadres se saludaron y abrazaron pidiendo disculpas por alguna ofensa. El alcalde de transición, Lorgio Añez, y el subgobernador de Velasco, Jaime Prestel, iniciaron la danza y el recorrido por las calles. El cabildo es la cara de la cultura chiquitana.
Vallegrande
La alcaldesa Gloria Padilla, el director de Cultura y Turismo de la Gobernación, Fernando Morales, y la reina del Carnaval 2014, Leidy Peña, invitaron a participar de las fiestas carnestolendas en Vallegrande.
Padilla destacó que son cerca de 80 comparsas las que participan del tradicional corso. “Nuestro Carnaval se caracteriza por la alegría del vallegrandino, que a cada paso muestra las tradiciones”, señaló Padilla.
A su vez, Morales enfatizó que “el Carnaval de Vallegrande es la principal manifestación cultural que tenemos en los valles cruceños”
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