Una pulseada comercial privó a la ciudadanía de seguir el corso cruceño en sus hogares a través de la televisión. Por primera vez en casi dos décadas, ningún canal transmitió íntegramente en vivo el recorrido de las comparsas y sus alegorías, un hecho que levantó críticas en las redes sociales por parte de televidentes de la ciudad, de las provincias y de los cruceños residentes en el exterior del país.
Una explicación, por favor
Según los ejecutivos de distintas estaciones televisivas consultadas por Sociales&Escenas, el principal motivo para esta determinación fue la falta de patrocinio por parte de la CBN y su marca Paceña para este fin.
Jaime Iturri, director nacional de contenidos de ATB, explicó que los costos de transmisión, que incluyen comprar los derechos a los organizadores y el desplazamiento de equipos, eran muy altos y que, a pesar de que buscaron publicidad, no lograron reunir lo suficiente para financiarlos. “Además, Paceña, uno de los grandes patrocinadores, retiró el auspicio a las estaciones de TV, lo que ha tenido un impacto irremediable”, sostuvo.
Por su parte, Carola Arze, jefa de márquetin de Red Uno, afirmó que el despliegue operativo de una transmisión de esas características implica una gran cantidad de recursos y que el canal naranja está enfocado en los grandes estrenos que prepara para marzo (los programas Bailando por un sueño y Juga2).
A su turno, Alberto Rojas, gerente general de PAT, explicó que su canal transmitió el corso en los últimos años, durante ocho horas ininterrumpidas, pero los anunciantes demostraron poco interés en participar en el evento, lo que significaba gastos sin ingresos. “Transmitir ocho horas ininterrumpidas era deficitario, porque no solo se paga por los derechos, sino también el alquiler de tarimas, movilizar a 100 personas, instalar unidades móviles, colgar fibra óptica, entre otros ítems, y para hacer una buena cobertura se necesitan entre $us 60.000 y $us 80.000”, precisó. “El mayor patrocinador del Carnaval (Paceña) prefirió gastar en la comparsa, la reina, la ACCC, camarotes y en traer un artista de afuera (Jude Law). Además, la ACCC tiene que ser más seria y organizar un mejor corso, porque transmitir una hora de bache no es un buen negocio”, añadió.
En su descargo, Cristina Montilla, gerente nacional de márquetin de la Cervecería Boliviana Nacional, manifestó que Paceña cambió este año su estrategia comercial para el Carnaval. “Hicimos un análisis de lo que nos costaba realmente la inversión en publicidad y el resultado era elevadísimo. Financiábamos el 100% de la transmisión en vivo del corso y del Carnaval de Oruro de casi todos los canales de televisión, entonces decidimos hacer un convenio con el Ministerio de Culturas y Turismo para promover la celebración de una manera diferente”, señaló la ejecutiva.
Paceña decidió apostar por la campaña denominada Carnaval boliviano: una experiencia que tienes que vivir, a través de la cual lanzó una invitación a los extranjeros para vivir la experiencia carnavalera en Bolivia. Esta estrategia incluyó la visita del actor británico Jude Law a Oruro y Santa Cruz. “Ninguna empresa boliviana ha arriesgado tanto para promover nuestro Carnaval; hemos apostado por fortalecer, desde el sector privado, una política pública como la de Bolivia te espera”, señaló Montilla.
El Gobierno, a través del Ministerio de Culturas y Turismo, nombró a Paceña Promotora Oficial del Turismo y la Cultura. El viceministro de Turismo, Marko Machicao, destacó la participación de la marca de cerveza. “Ha dado un giro completo en su forma de accionar, en su forma de mostrarse y este giro empata absolutamente con las políticas de Gobierno”, señaló.
Joaquín Banegas, presidente de la Asociación Cruceña de Comparsas Carnavaleras, lamentó la determinación de las estaciones y sostuvo que no se cobra “ningún centavo” para realizar las transmisiones en vivo, pero que sí se negocia con los canales por ofrecerles preferencias.
“Tenemos paquetes desde $us 5.000 hasta $us 20.000, que implica ocupar espacios privilegiados en el cambódromo para que instalen equipos como el palco oficial o la zona de los camarotes, además de acceder a la transmisión de las precarnavaleras y las noticias primiciales”, dijo.
Cabe recordar que un decreto promulgado en 2010 liberó al corso cruceño y a otras manifestaciones artístico-culturales del país de la exclusividad para ser transmitidas en vivo. La medida fue aplaudida por los canales que querían competir en su momento con la red Unitel, pero este año resultaron como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer.
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