El corso tradicional brilló por la sencillez que lo caracteriza. Los asistentes y comparseros le dieron la alegría que el evento demanda y fue una fiesta para grandes y chicos. Lo que aún resta por mejorar es la organización.
Las ciudadelas festejaron. Una agrupación compuesta por miembros de la comunidad ayorea se encargó de abrir este espectáculo, que comenzó retrasado con más de 2 horas. 30 comparsas de la Villa 1ro de Mayo, Plan 3.000, Pampa de la isla y zonas aledañas, protagonizaron una fiesta sana sin excesos.
Familias enteras acudieron a la cita que no significa ningún costo para los asistentes. Los Cambas Carreteros y Los Tariches fueron de las agrupaciones más numerosas con 50 a 70 miembros aproximadamente. De manera paralela, en la avenida principal de la Villa 1ro de Mayo, se realizó un corso con algunas comparsas que no participaron del corso tradicional. La Policía informó que no hubo incidentes de consideración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario