Una larga lista de actividades le sigue al maravilloso corso que vivió Santa Cruz la noche del sábado.
La deslumbrante belleza de las reinas, el ingenio presentado en los carros y el entusiasmo de niños, jóvenes y adultos fusionados en la danza, hicieron una vez más, de este carnaval, uno de los más apreciados en Sudamérica.
La reina Anabel I fue el emblema y la estrella de la noche. Su aparición en escena, aunque un poco tardía la noche del corso, elevó el entusiasmo de todo un pueblo.
Según reportaron medios locales, algunas comparsas (sin carros ni reinas) lograron burlar la seguridad a la altura del séptimo anillo, ‘colándose’ delante del carro de la soberana, que finalmente hizo su paso por el palco oficial al promediar las 00.50.
“Los coronadores debieron salir a las 21.30, pero el número de comparsas previas fue excesivo. Son 30.000 personas las que quieren saltar, y eso hace que todo sea lento”, explicó Joaquín Banegas, presidente de la ACCC al periódo El Deber digital.
Empero, en líneas generales, el espectáculo fue ordenado, colorido y muy alegre. La seguridad dentro del Cambódromo estuvo reforzada en los palcos oficiales, en las afueras hubo algo de descontrol.
La presencia del actor británico Jude Law en uno de los camarotes hizo que los medios televisivos no transmitieran el corso en su totalidad, aspecto que fue criticado por muchos seguidores de esta actividad.
El actor gozó del espectáculo, fue el centro de atención a tal punto, que le robó protagonismo a la misma Anabel I.
Según el diario digital El Día, Law aseguró: “Bolivia is Magic”(Bolivia es mágica), cuando le preguntaron su opinión sobre nuestro país. Vestido de una camisa blanca y un pantalón negro, al lado de su novia y un cuerpo de seguridad, la estrella de cine llegó al corso el sábado alrededor de las 21.00 al camarote especialmente preparado para él.
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