Los más de 50 talleres de confección y serigrafía que están ubicados en la zona de la calle Mercado se han reactivado y contrado temporalmente a más de 2.000 personas, con el objetivo de cumplir con los pedidos de casacas y batas que han realizado las diferentes comparsas, tanto de la ciudad como de las provincias cruceñas.
Generan empleos. Susana Ramos, propietaria de la empresa de bordados y serigrafía Unión Sport, indicó que este sector se reactiva con el carnaval. Desde diciembre del año pasado ha contratado temporalmente a más de 20 personas para llegar a cumplir con el pedido de 5.000 casacas y batas que ha confeccionando para más de 30 comparsas.
"Durante el año trabajo con unas 5 personas que operan 3 máquinas, pero para carnaval tenemos funcionado 12 máquinas y subcontrato a 10 confeccionistas que trabajan en sus hogares", comentó Ramos.
Esta misma versión es manifestada por Ángel Arancibia, propietario de A&J confecciones, que ha creado 30 fuentes de empleo para confeccionar 8.000 prendas carnavaleras que espera llegar a entregar hasta el viernes.
"Además de los 30 empleos directo también tengo 15 fuentes de empleo indirecto", dijo Arancibia.
Entre tanto, Rivane Bordados y Serigrafía ha contratado 15 confeccionistas para producir alrededor de 3.000 prendas.
Por otra parte, los precios de las casacas están entre 60 y 70 bolivianos la unidad, tanto en tela popelina o drill.
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