jueves, 6 de marzo de 2014

Daño mayúsculo a paredes, aceras y calles del centro

El agua escurría rojiza y morada por el piso de las aceras y de la calzada de la calle Ballivián, producto de los tres días de fiesta carnavalera. Los propietarios de los inmuebles y sus inquilinos gastaron sus buenos pesos en comprar detergente, lavandina, creolina y varias escobas y escobillas para sacar la mugre y el mal olor que con la temperatura alta ya comenzaban a hacerse notar desde lejos.

La Alcaldía instruyó a Emacruz y al operador privado de aseo urbano Vega que desplacen a 1.200 personas, entre barredores y recolectores de desechos, así como el uso de 30.000 litros de agua que llegaron en tres cisternas para limpiar el piso donde se desarrolló el Carnaval que comprende también las plazas Calleja y Ñuflo de Chávez y las calles que las conectan.

Molestia

“Cada año el destrozo de nuestras casas es el mismo, nadie se atreve a sentarles la mano a los carnavaleros. ¿Para qué sentar una denuncia si nadie nos hará caso?”, cuestionó Roxana Sanguino, propietaria de una confitería en la esquina de las calles Ballivián y La Paz.

“Esta vez no me taparon el ingreso a mi farmacia, como lo hicieron el año pasado cuando colocaron los baños químicos”, dijo Jenny Sotelo, dueña de la farmacia Santa Bárbara.

Para Jery Méndez, del Centro de Patrimonio Histórico, el daño a las 52 casonas recientemente pintadas fue del 85%, mientras que la preservación de los edificios situados en los alrededores de la plaza principal fue el 100% /IRZ



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