El líder de los carnavaleros cree que el corso cruceño cada vez tiene mayores atractivos para ser exportado, sin perder su esencia. Lamentó que no se haya dado la seguridad comprometida por las afueras del cambódromo. En julio deja la ACCC. Calificó al cambódromo como un ‘monstruo’ que dio todas las condiciones, aunque reconoció varias cosas por corregir. Una de ellas fue la seguridad
Lleva cuatro años al mando del Carnaval. Su mayor desafío era el corso, ahora Joaquín Banegas habla de los resultados. ¿Qué es lo que más rescata del cambódromo?
Todo es positivo, si tomamos como referente el año anterior. El segundo anillo no cumplía las normas de seguridad, solo tenía 7,8 metros de ancho, existía caos vehicular y hasta el ornato público se deterioraba. En cambio el cambódromo ha sido construido específicamente para el corso; tuvimos 18 metros de ancho y hasta los carros se los vio más chicos.
No se llegó a utilizar todo el cambódromo.
Imposible, porque las comparsas están acostumbradas a los 7,8 metros. La iluminación de 4.000 watts dio una imagen de seguridad impecable, aunque había lugares con sombra y seguramente eso se va a mejor el próximo año. Fue mucho más imponente como escenario. El anterior año eran 152 comparsas y terminamos a la 3:30 y ahora fueron casi 200 y terminamos a las 3:00. Hubo más fluidez.
El ‘monstruo’ que es el cambódromo dio todas las condiciones, aunque, lógicamente, hay pequeños grandes detalles por corregir. Esa noche hubo fácilmente 350.000 personas.
¿Su gran dimensión es un desafío para las comparsas?
La gente que hace los carros alegóricos va a tener que hacerlos más anchos, porque hasta parecían unos ‘dinkis’ (carros en miniatura), pese a que eran grandes. Eso va a demandar más trabajo por parte de los carnavaleros, la organización y la inversión en los carros para que se vean espectaculares.
¿El corso se debe convertir más en un show?
La importancia es que no pierda su identidad. El corso siempre fue de casaca, ni siquiera bata, donde estaba la reina, su carro alegórico y una banda o tambora. Así saltábamos. Ahora tenemos 80 comparsas que trabajan para dar espectacularidad, pero la esencia del Carnaval es la casaca, su reina y su carro.
¿Qué le dice a esa gente que se sintió insegura por las afueras del cambódromo?
Tengo información de que no ha habido mayores desgracias, pero se necesita reforzar la seguridad en la parte de afuera, en las calles adyacentes, daba miedo. Yo salí a las 4:00 de la madrugada, con mi esposa y mis hijas, y no tuve ningún problema, pero no vi ni un policía ni gendarme, pese a que había un compromiso de que 1.500 uniformados iban a estar en dos turnos, desde las 12:00 hasta las 0:00 del sábado y desde esa hora hasta las 6:00 del domingo, pero no se dio. Andé unas 15 cuadras hasta mi vehículo y solo vi a algunos amigos.
¿Qué piensa de las rocolas que abundaron entre el tercer y cuarto anillo?
Yo hablé con la Alcaldía para que a través de una ordenanza se prohíba la apertura de rocolas y se cumplió desde el cuarto anillo en adelante; sin embargo, entre el tercero y el cuarto sí habían, pero también sucede en otras zonas de la ciudad. La alcaldía debe evitar este tipo de boliches, especialmente donde hay afluencia masiva de gente, porque es peligroso.
Mucha gente tardó en llegar por el caos vehicular.
De repente, por ser la primera vez, hasta nosotros nos perdimos, porque era un monstruo. Creo que el próximo año va a ser 100 veces mejor. Nuestra intención era dar conferencia de prensa el jueves (antes del corso del sábado 1 de marzo) para mostrar los accesos y los radiomóviles en la zona, pero quedamos en el limbo, hasta lo último tuvimos algún contratiempo con el municipio -que las graderías más atrás, más adelante- eso nos quitó bastante tiempo para el tema logístico, pero es normal porque todo el mundo quería que salga perfecto; cada cual con su tema, los políticos con lo político, nosotros con lo organizativo, y creo que salió espectacular
Perfil
Nombre: Joaquín Banegas Cirbián
Edad: 50 Años
Cargo: Presidente De La ACCC
INGENIERO CON ALMA CARNAVALERA
Fue bachiller de la promoción 81 del colegio La Salle. Hizo estudios universitarios en la San Simón de Cochabamba y se graduó como ingeniero agrónomo en Brasil. Tiene siete hijos. Es miembro de la comparsa Pichiroses, que fue coronadora en 2007 con su reina Andrea Abudinen. Después de cuatro años en la ACCC, en julio deja el mando.
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