En la habitación el silencio de la noche es abatido cuando una alarma irrumpe a las 5:10. La bella durmiente todavía no quiere levantarse, sigue tapada con las sábanas y solo cambia de posición la almohada.
Diez minutos después vuelve a tronar otra alarma. "Un ratingo más", es lo que piensa la modelo y confía en que el despertador sonará de nuevo. Ella misma lo programó para que chille tres veces, porque de lo contrario será imposible dejar su adorable cama.
Otra Roxana. Ni bien el año cambió de dígito, Roxana del Río evolucionó. De magnífica de Pablo Manzoni pasó a ser la Reina del Carnaval cruceño, y dejó muchas cosas por cumplir con sus obligaciones de alteza. Ya no puede conversar apaciblemente con su madre ni tampoco hacer la siesta. ¡Hasta tendrá que dejar de ir a misa los domingos!, porque la gente y la prensa la solicita todos los días.
¿La agenda le ganó la tuja? Si bien la locura del Carnaval se desató ayer oficialmente con la fiesta de la ACCC, la agenda de la soberana comenzó a llenarse días antes. Tuvo que cumplir con algunos eventos previos y también con los medios, y eso hizo que experimente un poco de lo que se vendrá durante las próximas semanas.
No se cansó. Su cuerpo está preparado para resistir todo el "tsunami" de actividades. Mucho antes, el doctor Douglas Villarroel le preparó un catering, que incluye proteínas y carbohidratos, y cada alimento fue cuidadosamente seleccionado para que den vitalidad a la reina.
Ella está agradecida con eso, pero lo que le transmite la energía necesaria para seguir radiante es "su gente". Donde va la reciben como a una verdadera reina, le dan presentes, le piden fotos y la llenan de adulos.
Sobre ruedas ¡Ya cuenta con el transporte real! No es una carroza como en los cuentos de hadas, pero se trata de un motorizado de Paceña, que cuenta con todas las comodidades. Jamás está sola. Su chofer, David Sánchez, la consiente todo el tiempo y a su lado está la mamá, Roxana Guerrero; el estilista real, Alex Rojas, y un integrante de los Fachas.
Trata de ser omnipresente y en el poco tiempo que tiene entre una actividad y otra, lo invierte en consultar la agenda o retocar el peinado y el maquillaje. Poco a poco aprendió a desenvolverse mejor ante las cámaras de Tv y a ganarse el cariño de la gente, sin embargo, ella sabe que falta mucho por recorrer.
Con fortaleza interior. Para ser reina rezó una novena al Divino Niño y el santo se lo concedió. En retribución le volvió a llevar otra plegaria y cuando concluya su reinado irá a visitarlo hasta San Carlos.
Roxana no desea que las sombras la invadan. Le pidió a sus familiares y a sus amigos que hagan caso omiso a las habladurías, "porque no deseo atraer cosas negativas a mi reinado, no las necesito", subraya. "Si hay chismes, prefiero que no me los digan", pide. Pero si se trata de críticas constructivas o consejos está dispuesta a escucharlos, para aprender de los errores y no volver a cometerlos.
"Quiero que la gente me recuerde como alguien entregada a todo, pero también quiero que no haya excesos en el Carnaval", reflexiona. Y continúa: "El único exceso debe ser la alegría".
¿Aló? El smartphone de Roxana no para de sonar. A veces se siente tentada en responder las llamadas, pero sabe que no puede hacerlo, porque el título de reina no lo lleva de adorno. Para eso hay personas encargadas de programar entrevistas. Y es que su vida está alterada, se despierta a las 5:00 y llega a acostarse pasada la medianoche.
Una ducha tibia la relaja, un jugo de guineo con leche y avena la fortalece y una salteña la enloquece. A pesar de que sufre de hipertensión, está dispuesta a dar todo su espíritu para que este Carnaval sea inolvidable.
'No deseo atraer cosas negativas a mi reinado. Si hay chismes prefiero que no me los digan. Pero estoy abierta a críticas constructivas y a consejos para no cometer los mismos errores y aprender de ellos'.
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