lunes, 11 de febrero de 2013

Graciela Cuéllar Tuvo que escaparse a buscar vestido

Se enteró de que era la reina del Carnaval el mismo día de su presentación. Como era feriado, los coronadores (Fandangos) no habían previsto que la soberana necesitaba vestido, tocado y corona. “No tenía nada. Después de algunas gestiones, tuve que mentir a mis jefes y salirme a escondidas de mi estand de la Feria Exposición donde estaba trabajando, para que no sospechen que yo era la reina e ir a Casa Rober a probarme un vestido, y como estaba muy delgada, ninguno me hacía. Fue casualidad que el único que me quedó fue un traje amarillo que la señora Ruthy combinó con una rosa lila. Luego al volver, mis jefes me preguntaron dónde había estado y les dije que en una entrevista. Fue un día muy emotivo”, cuenta Graciela Cuéllar.


Carnaval 2010
“No hay tiempo para pasarla mal. el cansancio se va cuando uno escucha la banda...después mi cuerpo me cobró la factura”

Graciela Cuéllar
Guarda los mejores recuerdos de su reinado y lo disfrutó al máximo. “Todo es hermoso cuando uno es la reina”, expresa.


Era llamada por su apodo, Chilín
Viajó a muchos lugares
Asegura que no hubo nada malo ni feo. Le encantó viajar a varias provincias y compartir con la gente del pueblo. También visitó Cochabamba y Las Vegas, como soberana de las carnestolendas.

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