lunes, 6 de febrero de 2012

El primer Corso Cultural Espectáculo de Folclore Oriental organizado por la Asociación de Grupos Folclóricos de Santa Cruz

Un guerrero toba danza con zapatillas deportivas sobre el asfalto caliente de la doble vía a La Guardia, su sudor juvenil recorre su cuerpo llevándose la pintura que lo caracteriza. Son las 18:15 del domingo y el público ya está instalado hace horas en el recorrido que va del tercer al segundo anillo.
Los musicones ambulantes terminan de ecualizar los taquiraris, chobenas, carnavales y kaluyos para ingresar en la pista. El guerrero toba es uno de los primeros bailarines en entrar en la competencia junto a sus compañeros de Fama Machine.
Durante más de cuatro horas 48 grupos bailaron para ser evaluados en el Primer Corso Cultural Espectáculo de Folclore Oriental, instituido oficialmente este año por el Concejo Municipal, como un evento para la ciudadanía.
Mostrando orden y coordinación, el espectáculo se desarrolla ágil y pintoresco y al acercarse al puesto oficial donde se encuentra el jurado, los danzarines ven la bandera verde que flamea la fiscal de tiempo. Es la señal para empezar a mostrar sus coreografías que entran en concurso y dejar las de exhibición. Los niños y jóvenes sonríen para enmendar la falta de iluminación y reciben los aplausos de los presentes.
Sus corazones laten más deprisa, no solo por el esfuerzo físico para conservar el folclore cruceño, sino también porque sus instructores les recuerdan que son protagonistas de un hecho histórico y emblemático. Entonces gritan más fuerte.
Al caer la noche sus vestimentas de proyección no tienen el brillo que quisieran, sin embargo, con ayuda de acróbatas, ‘zanquistas’ y carrozas despabilan su espíritu juvenil.
Un extranjero argentino pregunta: “¿Este es el Carnaval?” Y un coreógrafo responde: “Es el nuevo Carnaval”. Elocuente con las intenciones de la Agfocruz.
Más de 5.000 niños y jóvenes, entre 5 y 25 años, hijos de esta tierra colorida, vanidosa y alegre, escriben para la historia la realización de un espectáculo cultural de magnitud. Y lo hacen con manifestaciones exuberantes y con algarabía, incluso con zapatillas.

En detalle

- Ambiente. Los puestos de emergencia solo atendieron casos de descompensación; no se registraron hechos de violencia. La Gendarmería no tuvo mayores inconvenientes.

- Iluminación. El recorrido no tuvo las luminarias adecuadas para que el espectáculo tenga realce, como en el corso carnavalero o en las precarnavaleras.

- Público. Asistió en gran medida, aunque se esperaba un mayor número.

- Ganadores. Al término de esta edición (22:30) aún no se definía a los triunfadores.




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