jueves, 23 de febrero de 2012

CARNAVAL 2012 Santa Cruz festejó con más espectáculo y paz

El balance es positivo. Los principales días del jolgorio carnavalero comenzaron con pie derecho en el corso y continuaron en un ambiente de relativa tranquilidad, la que permite la alegría desbordante con que se vive los días de baile en las calles del centro y en los barrios.

Excesos, con certeza que los hubo, propios del innegable consumo de alcoholes y muy riesgosos en menores de edad, mujeres y varones. Sin embargo la ‘fiesta grande’ 2012 deja un saldo de más alegría que de hechos lamentables.

Bismarck Kreidler, comparsero de La Crema Camba, organizador del Festival de Bandas y autor de El Carnaval, la fiesta grande de los cruceños opina sobre la celebración tradicional. Considera que este año mejoraron algunos aspectos: a las precarnavaleras las considera bien organizadas, con buena participación de comparsas -que se estaba perdiendo- y con buenas vestimentas. “Sin ellas, el carnaval es un junte nada más”, afirma.
Kreidler califica con nota máxima la coronación que “logró superar a la de 2011, que ya fue extraordinaria”.

Sobre el corso, el también periodista sostiene que hasta la mitad estuvo bien. “Hubo buena participación de carros competitivos y aporte de imaginación de los hacedores. Se reafirman como un hecho de esplendor las comparsas de mujeres, exquisitas y dedicadas al hacer sus atuendos. Son un atractivo”.
Igualmente pone de relieve el esmero de las comparsas en los vestuarios como “aporte que da brillantez al espectáculo. Hubo derroche de alegría, de entusiasmo y de recursos económicos”, valora.

En contraparte, para Kreidler aún es crítica la falta de continuidad en el corso pasada la medianoche. Asimismo, ve como una irreverencia que las últimas tres cuadras del recorrido sean “un bullicio de grupos musicales y de bebendurria. Quien tiene tarima es para ver el corso, no para hacer una fiesta privada. La ACCC debe poner freno a esto”. Kreidler opina que las comparsas deben saltar.

Evaluación

- Carnavaleros. Si bien no hay cifras, existe la percepción de que hubo menos aglomeraciones y menos gentío en el centro de la ciudad, que muchas veces puede ser motivo de peligro.

- Seguridad. El corso y los tres días de calle no fueron escenario de hechos trágicos, solo de incidentes menores.

- Garajes. Una vez más, albergaron a miles de carnavaleros, sobre todo jóvenes que buscaban diversión con un margen de seguridad.

- Música, todo un ‘hit’. No queda duda de que una canción nacional que se convirtió en todo un hit de la temporada carnavalera fue Chichi chiqui en Carnaval, de Guísela Santa Cruz (foto) y el Trío Oriental.

- Pintarrajeado. La urbe no se salvó del pintado de paredes, un acto que se lamenta siempre y que continúa innecesariamente. La municipalidad prohibió el acceso a zonas históricas como la plaza principal y algunas calles, que no fueron agredidas.

Desde facebook

- Alfredo Rodríguez, comunicador y escritor. “Pasé por el centro de la ciudad esta mañana, antes de que lleguen las comparsas. Creo que no sería mala idea rebautizar la calle Ballivián y ponerle de nombre ‘Bañivián’, pues ha quedado con un olor a mierda que difícilmente se lo quitarán”.

- Pedro Cabrera, conferencista en temas de superación laboral y personal. “Nunca entendí eso de que ‘hay que ensuciar’ a la gente (inclusive desconocida), casas, frontis de comercios y automóviles, durante el carnaval cruceño. Es más, se trata de ensuciar con algo que "no salga" y/o en su defecto con algo que hieda hasta el vómito”.

- Jacqueline Bruun, comparsera Mosqueteros. “Bello mi carnaval... que siga así... compartiendo con los amigos, algunos que no veía hace mucho tiempo”

- Tuffi Aré, periodista. “Ningún joven de la burguesía cruceña participa en el corso folclórico, dice Bismarck Kreidler. Tampoco beben, replica Nino Gandarilla. Kreidler plantea desconcentrar el carnaval cruceño. Tener tres corsos y algunos zonales”.


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